¿Qué significa para ustedes ser un bibliotecario/a?

A continuación les dejamos una imagen con una definición general... Pero, nos interesa su opinión personal, su experiencia, su pasión por la profesión... ¿Nos cuentan?




Comentarios

  1. Profesional altamente capacitado par orientar , acompañar y guiar al usuario para que acceda a la información de la forma rápida y segura.

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  2. Copio las palabras que leí en la ceremonia de mi grado como bibliotecóloga en la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia en 2009.
    Hace muchos años, cuando yo era joven, consideraba que las bibliotecas eran algo fuera de lo común. Veía todos esos libros, textos, periódicos, revistas tan ordenadamente colocados y expuestos en los anaqueles, que interiormente me sentía irreverente al acercarme a ellos y tocarlos.
    Era tal el respeto que les tenía, que hasta el bajar el tono de la voz al ingresar en la biblioteca me parecía adecuado. Era como estar en un recinto sagrado, inalcanzable. Tenía la certeza que entre esas paredes gruesas y muy altas se encerraba el conocimiento de la humanidad a través del tiempo. Yo quería eso para mí. Yo quería aprender todo eso que los libros guardaban. Yo quería alcanzar esa sabiduría que inocentemente pensaba que el bibliotecario o bibliotecaria que trabajaba allí debía poseer, solo por el hecho de estar cerca de los libros. Entonces quise ser bibliotecaria, ser alguien fuera de lo común.
    En la universidad aprendí que nuestra profesión es fundamentalmente social, nuestra misión el servicio a la comunidad y que nuestras principales herramientas serán la biblioteca y sus contenidos.
    El mundo de hoy, del siglo XXI, nos enfrenta día a día con la tecnología y los sistemas, nos muestra que todo se mueve a una velocidad que muchas veces no alcanzamos a entender, y en algunas ocasiones nos supera; pero, no podemos perder de vista nuestro entorno pues es allí donde nos damos cuenta de que dentro de este mundo casi virtual, existen aún personas analfabetas, que han vivido dependiendo de otras para poder entender el mundo y vivir en él. Personas a las que la lectura de un libro o una poesía les son inalcanzables. Insólito, pero es la realidad. No se les puede dejar al tablero, la tiza, al pupitre y al maestro el compromiso inmenso de enseñarles, de llevarlos de la oscuridad a la luz, también debemos nosotros desde la Biblioteca y como Bibliotecólogos saber complementar esta labor. Pues es aquí donde nuestro trabajo es fundamental. Porque un bibliotecólogo es mil cosas a la vez: maestros de un niño que no entiende una tarea, de un adulto que apenas está aprendiendo a leer y necesita un empujoncito, porque somos matemáticos, químicos, científicos, filósofos, psicólogos, consejeros, amigos y como dicen por estos lares parceros. Nuestra profesión exige paciencia inagotable, creatividad infinita, compromiso inmenso, pero especialmente exige la certeza que la consideremos una vocación. Nos permite ser capaces de pasar de la antigüedad griega a la era espacial en solo una ojeada, de hablar de Dios a hablar sobre la clonación de animales, de investigar cómo se hace un rallo artesanal para la yuca, a conocer el funcionamiento de un generador atómico, de contar historias de fantasmas y duendes, a narrar historias de la vida real, somos esas personas que en mi niñez yo creía que eran sabios, pero que en realidad eran nada más ni nada menos que BIBLIOTECÓLOGOS y en letras mayúsculas. Y la biblioteca, ya no es ese edificio alto de paredes gruesas, donde todo esta inmaculado y ordenado, ahora nuestras bibliotecas son alegres, vivas, donde se siente el calor humano, donde se combinan lo antiguo con lo moderno, el pasado con el presente, y el presente con el futuro, donde los libros comparten su espacio con la tecnología y la virtualidad.
    Desde que el hombre invento la escritura y necesito de guardar la información para el futuro, nuestra profesión ha sido y seguirá siendo compañera inseparable de todas las ciencias a las que el hombre recurra para construir el futuro, nuestro trabajo se ha realizado lado a lado con ellas, por eso, nosotros los bibliotecólogos del siglo XXI, somos personas fuera de lo común, y aunque nuestra labor se nos multiplique, no es un problema, porque creo que dentro de todos nosotros existe esa vocación de servicio que nos deja alcanzar la gloria y la felicidad cuando recibimos un ¡gracias! Y una sonrisa como parte de pago de nuestra labor.


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    1. Qué bellas palabras Marta, concuerdo totalmente contigo, muchas gracias.

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  3. Muy lindos elogios para el bibliotecario y su espacio de trabajo. La profesión del bibliotecario es entrega total al usuario que nos necesita, es vocación, sabiduria, enseñanza, placer. Aun falta mayor reconocimiento, bibliotecario no es cualquiera.

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